UNA NOCHE JUEPUTA

Por 

Alejandro Blandón.

El Peine de Medusa era un bar montado sobre un cerro por un viejo rockero muerto de hambre en los tiempos de la movida sandinista, ya saben allá por 2007, cuando estos majes volvieron al poder. Pero volviendo al viejo rockero, resulta que el tipo había logrado mantener a flote su negocio haciendo promociones y mimando a los clientes. El local siempre estaba al tope de gente y Lúa se sentaba en su rincón de siempre, la subtérranea moda, rodeado de un séquito de coyotes que pedían Ron Flor de Caña como si el mañana no existiera y un par de putas ocasionales.

Yo entré como perro en procesión y me dirigí al bar para pedir una birria. Apenas había entrado y ya tenía la joda por un malboro. Maldita prohibición de tabaco. Detestaba el cuchitril y la música a todo volumen pero ya no me quedaba más que esperar a la Imelda.

La Imelda es una cipotilla pizpireta que vende tomates en el mercado de día y vende las nalgas de noche. Ambos productos de infinita calidad según pude comprobar. La Imelda me encuentra en cualquier esquina, se hace la remolona, me pasa las nalgas por la polla y no me deja en paz hasta que la meto a la casa y le doy caña. Después hay que invitarla a una raya o una birria porque se siente malquerida, cosas de mujeres digo.

Pues resulta que la Imelda me dice que vaya al Peine, y yo no quería ir al Peine pero me fui. A la cuarta la birria la diviso entre el grupo que rodea a Lúa.

Yo soy hombre y me caliento. Pues no es como que quiera a la Imelda, ni que le haga un poema cada vez que me la muelo, pero tampoco es joda que a uno lo inviten a un bar para verla menear las nalgas para otro.

Y que me lo voy encima, y el maje como que se levanta y yo lo siento de un cachimbazo, pero es pandillero viejo y me saca chuzo. Lo mueve y me abre la camisa. 

Me enturco y le tiro una botella. Lúa se cae, jueputa, y le caigo y le doy patadas. Y que me agarran sus amigos y me sacan del Peine y tremendos turcazos me daban.

Amanecí en el hospital, con la Imelda cuidándome.


ALEJANDRO BLANDÓN: Es un escritor nuevo nacido en Matagalpa y actualmente viviendo en Costa Rica. Ha apoyado el Taller y la página CIUDAD DE ESCRITORES - 2020.