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PARADA DE AUTOBUSES: ARS POÉTICA (Poema de Valzhyna Mort)

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No fueron libros los que abrieron mi boca como espátula de médico, sino una calle. Una a una, las calles se fueron presentando con nombres de asesinos nacionales. En los Archivos Estatales, las cubiertas de los libros de contabilidad se endurecieron como costras.   * En el interior de un humilde apartamento me convertí en un cuarto independiente. * En el interior de un humilde apartamento me convertí en una cuarto independiente, lo poblé con calibanes de planes para el futuro. Un futuro que anda con el horario de buses públicos, del zoológico al circo, ¿qué futuro, cuál es tu excusa para estos libros de contabilidad, estas calles, este apartamento, futuro?   * En la cartera que guardó  - por siete guerras  - los certificados de nacimiento de los muertos, mi abuela ocultó -de mí  - chocolates. La cartera se abrió como boca en grito.   * La cartera se abrió como boca en grito. Sus dos resplandecientes hebillas me observaban a través de las puertas, de muros, a través del jazz. ¿Quién te

EL PUENTE (Relato)

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Sucedió una mañana cualquiera. Eusebio atravesó el parque, con sus zapatillas negras y su impecable traje blanco, y se dirigió al puente de madera para cruzar el río. A su alrededor, algunas familias compartían juegos y había enamorados adolescentes haciéndose promesas vacías en las bancas. A Eusebio nada de eso le importaba. Aceleró el paso y comenzó a caminar por el puente,  pero justo antes de poner un paso fuera de éste se encontró, de nuevo, al principio, cerca de un par de árboles que se mecían con el viento. Eusebio se asustó. ¿Acaso había imaginado que atravesaba el puente? No sabía mucho de psicología, pero estaba seguro que aquello no era normal. Sin embargo, como se viera en la necesidad de llegar urgentemente al otro lado, prefirió preocuparse por su salud mental más tarde. Caminó por el puente, con paso rápido, sintiendo las maderas crujir bajo sus pies, pero nuevamente, antes de llegar al final, se encontró al principio. Aterrado, Eusebio dio media

EN LOS CHARCOS SE REFLEJA EL CIELO (Carta)

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Por Alejandro Palacios Querido señor que vive en Europa: Tiene usted razón. Mi pobre país es tercermundista, tiene un gobierno de estúpidos y, en general, nadie acá ha visto la Mona Lisa en vivo. Comemos frijoles y un vaso de refresco de maracuyá, no señor, no comemos como usted, su dieta vegana de platos verdes nos parece extraña, y no hablamos inglés ni alemán, ni su adorado francés, ni tenemos carro. Pero sepa usted que no somos menos que nadie. Que no trabajamos menos que Europa, aunque sí ganemos mucho menos. Que tampoco somos tontos, ni maleducados, pero lo que gasta usted en cervezas importadas son las tortillas de seis meses que comerán mis sobrinos y prefiero que ellos estén bien a verme muy europeo en mis selfies. Y perdone si le recuerdo que usted también salió de este país tercermundista, perdona que me atreva a decirle que usted estudió acá y que fue una maestra morena la que le enseñó a leer. Perdone que le recuerde el sabor de los frijoles. Usted ya está

DEVÓRAME OTRA VEZ (Poema Erótico)

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Por Mary Violeta Smith Y yo sé que está ahí, entre ese público, mirando fascinado como mi cuerpo se contorsiona sobre esta barra de madera, calculando el peso de mis muslos, imaginando la textura de mis nalgas, babeando ante la contemplación de mi piel desnuda, imaginando que la penetra, que me tira sobre una cama y yo hago alarde de mi flexibilidad prodigiosa, y le abro mi flor y él me golpea y yo gimo y él me devora y yo le canto "devórame otra vez", pero el ensueño pasa rápido porque su esposa le ha pedido que se levante a traerle un hotdog. MARY SMITH es una escritora nicaragüense radicada en Miami.

"CARTA A UNA SEÑORITA EN PARÍS" (ANÁLISIS DEL CUENTO, CRÍTICA Y REFERENCIAS)

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"Carta a una señorita en París" es un cuento del libro Bestiario de Julio Cortázar. En el relato, nuestro protagonista sin nombre le escribe una extensa carta a una señorita llamada Andrée, quien le ha prestado a nuestro héroe su apartamento, mientras ella está en París... Pero las cosas salen mal y el protagonista se ve obligado a confesarle a Andrée su secreto: ¡Vomita conejitos! Con esta premisa, Cortázar nos va narrando las dificultades que nuestro protagonista tiene debido a que su maldición de regurgitar roedores blancos se sale de control. No importa cuánta normalidad intente aparentar, pronto Sara (el ama de llaves) y sus amigos, empiezan a notar algo raro en la conducta del protagonista. Se ha propuesto que los conejitos son símbolo de la actividad creadora de un escritor, o un reflejo de la ansiedad y los temores fóbicos. Nada podríamos asegurar, aunque con Cortázar siempre hay que leer entre líneas. Un cuento magistral construido con frases cortas, pero con

SERPIENTES GIGANTES EN LAS LEYENDAS NICARAGÜENSES (Artículo)

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Las serpientes son animales a los que hemos dotado de una poderosa carga simbólica. Eso no es extraño. Nuestras amigas ofidias han coexistido con nosotros desde el inicio de la civilización y nuestros viejos ancestros tuvieron que idear barreras para evitarlas, huyendo de sus abrazos mortales o sus ponzoñosas mordidas. Cosa nada relajante que obligaba a nuestros viejos abuelos a dormir con un ojo abierto. Dicho esto, es normal que estas señoritas sean las protagonistas de incontables leyendas que pasan de generación en generación, aterrando a cada nueva persona que las oye... y, entre ellas, nada mejor que las serpientes de tamaño colosal. A vuela pluma, puedo mencionar al menos cuatro serpientes gigantes que aparecen en los mitos nicaragüenses.  La primera es la serpiente cornuda que vive en las aguas de la laguna de Masaya (según los lugareños mide unos quince metros de largo). Terrible ofidio que, de vez en cuando, se alimenta de bañistas y tripulantes de emb

¿QUÉ SOMOS? (Poesía)

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¿Qué somos? ¿Qué somos? Me lo pregunta el brillo.de mis ojos Que poco a poco se ha ido apagando. ¿Qué somos? Me lo pregunta mi sonrisa Que lentamente se ha ido desdibujando. ¿Qué somos? Me lo pregunta mi corazón Que ha disminuido la fuerza de su palpitar. ¿Qué somos? Me pregunta mi mente Que paulatinamente te ha dejado de pensar. Por Jessenia Romero ¿Qué somos? Me ha preguntado mi cama A la que hace muchas lunas no calientas. ¿Qué somos? Me han preguntado mis ganas A las que hace mucho ya no tientas. ¿Qué somos? Me lo pregunto a cada instante. ¿Qué somos? ¿Acaso dos estrellas distantes? ¡Una y otra vez... Pregunto! ¿Qué somos? Y nadie... ni siquiera tú, Ha sabido saciar mi curiosidad. Jessenia Romero es una poetisa radicada en el occidente de Nicaragua cuyos versos tienen gran sensibilidad y encanto.